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SEO r-Evolution: así empezó todo

Por Eva Diz

El trabajo de SEO (Search Engine Optimization) ha cambiado tanto en mis últimos meses de ausencia que me ha costado toda la semana pensar por dónde empezar y retomar el tema. Después de darle vueltas y repasar esos apuntes que siempre estoy dejando en trozos de papel por encima del escritorio, he creído que, quizás, lo mejor sea empezar por poner un poco de contexto a todo el lío y luego meternos en harina sobre cómo afrontar y mejorar nuestra forma de movernos por Internet.

Érase una vez el SEO

Hace no mucho tiempo -aunque a veces lo parezca-, cuando nació la World Wide Web, las autopistas de la información estaban casi vacías. Uno iba a una página porque conocía su dirección y la escribía tal cual en la barra de navegación, sin prisas, sin más atascos que los de la propia velocidad de su conexión y con la certeza de que eso que había ahí era prácticamente lo mejor que podía encontrar.

Por suerte, pronto, los sitios fueron proliferando (y mejorando): algunas instituciones y empresas de cierta importancia contaban ya con web corporativa, surgen los portales (Terra, Yahoo, Lycos…), se pueden leer las noticias online -el sector de la comunicación vivió entonces su primer terremoto-, el correo electrónico se convierte en una forma de captar nuevos usuarios… Y, para poner orden y concierto a todo lo que se iba creando en la red, aparecieron los buscadores, algunos de los cuales han desaparecido y de los que apenas nos queda de ellos un leve recuerdo (Altavista (1995), por ejemplo, que fue comprado por Yahoo y ha ido sobreviviendo a su sombra hasta hace poco).

Buscador Altavista Logo

Los buscadores surgieron con el objetivo de ordenar y crear un índice en el que figuraran todas las páginas existentes en la red. Herederos de los primitivos directorios (Dmoz), se desarrollaron de una forma casi sorprendente porque supieron responder a una necesidad básica y tan fundamental como es la de permitirte encontrar lo que estás buscando entre infinidad de respuestas, de forma fácil y gratuita.

Su funcionamiento es sencillo: uno introduce una búsqueda en el cajetín y da a enter, espera a ver qué resultados muestra y, si encuentra algo interesante entre los 3-4 primeros resultados, lo abre. Si no, vuelve al cajetín y repite la búsqueda. Este comportamiento puso de relieve el que es uno de los pilares básicos del SEO (sino el más básico de todos): si una web no aparece entre los primeros resultados que ofrece el buscador, nadie la verá y, por lo tanto, es como si no existiera.

Y ahí nace el SEO, el que ahora se suele llamar SEO tradicional, que no es otra cosa que mejorar tu página web de acuerdo con las guías que marcan Google y compañía para poder estar entre los primeros resultados que el buscador quiera mostrar para determinadas búsquedas (evidentemente, si vendes teléfonos móviles, no querrás salir el primero cada vez que alguien busque «lavadoras» en el buscador…).

Relevancia SEO

La relevancia es, por tanto, otro de los pilares sobre los que se sostiene el SEO y está muy vinculado a cómo buscan los usuarios, algo que, al igual que el SEO e Internet en general, ha evolucionado muchísimo en los últimos años. Tu web tiene que tener un contenido relevante para los usuarios que buscan eso a lo que tú te dedicas y tiene que dar la respuesta más aproximada posible a la búsqueda que realizan esos usuarios. ¿Cómo lo hago? Esa fue la pregunta que resolvieron los primeros SEO. Analizaron el comportamiento del robot del buscador y su algoritmo: se mueve de enlaces a enlaces, solo lee texto no imágenes y archiva las páginas de un sitio web en su índice de acuerdo con la idea principal o tema que transmite tu web.

Así -más o menos- fue como empezó la maravillosa relación del SEO con las palabras clave, la optimización de textos para búsquedas y las meta etiquetas. Conceptos que ahora están prácticamente en boca de todos, incluso de los que saben poco o nada de este trabajo, y que, por suerte -o por desgracia para algunos-, han dejado de ser uno de esos pilares básicos que sostienen al SEO.

Es cierto que cuando aún hoy trabajas para posicionar una web debes tener en cuenta cómo buscarán los usuarios la información o productos que ofreces en tu sitio para poder introducir en tus textos y en ciertos elementos principales de la página aquellas palabras que resumen mejor ese contenido y que, al mismo tiempo, dan respuesta a la pregunta que esperas que formule tu potencial visitante. Pero eso ya no es el único trabajo que debe hacer un SEO.

Más que palabras

Desde que apareció Google en escena los cambios han ido sucediéndose casi a la misma velocidad a la que ha cambiado nuestra relación cotidiana con la tecnología. El gigante de las búsquedas introdujo uno de los factores fundamentales que dieron la vuelta a la forma en que los buscadores hacían funcionar su índice: la relevancia, el Page Rank, nombre que recibe en honor a uno de los creadores del buscador –Larry Page– quien decidió que Google tendría en cuenta el número de enlaces que recibe una página desde otras páginas ajenas a ella para mostrarla o no entre los primeros resultados. Si mucha gente te enlaza es un síntoma de que tu contenido es bueno, cada enlace es un voto de confianza, un punto positivo a tu favor.

Google Logo España

Y así fue como al apasionante mundo de las keywords se sumó el del link building. Y todos los SEO empezaron a trabajar para lograr enlaces desde otros sitios que le dieran cierta «popularidad». En eso, además de mantener optimizado su contenido para determinadas búsquedas, de garantizar que la velocidad de carga del sitio fuera suficientemente buena y de asegurarse que todo su sitio fuera rastreable por el robot del buscador.

Las cosas han cambiado mucho (muchísimo) desde entonces. Por eso, aquel que pretenda vender SEO basándose únicamente en estas premisas solo está a medio camino de llegar a hacer, de verdad, un buen SEO. Huid de los que solo hablen de keywords y enlaces. Como a todos, les guste o no, les tocará evolucionar. En la próxima entrada trataré de explicar cómo 🙂

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¿Qué es SEO?

Por Eva Diz

¿Qué es el SEO? La pregunta se repite una y otra vez… Aunque cada vez son más los que tienen una reacción normal cuando escuchan que eres SEO, a muchos otros todavía se le dilatan las pupilas y ponen cara de salir corriendo. ¿SEO? Suena raro, la verdad.

Posicionamiento SEO

SEO son las siglas en inglés de Search Engine Optimization (Optimización para buscadores) que viene a significar mejorar la situación de un sitio web en buscadores (Google, Yahoo!, Bing, Ask…). Se trata de una disciplina que se desarrolla desde hace años (desde que Google revolucionó la forma que tenemos los usuarios de enfrentarnos a la web) y consiste e preparar los sitios web para que el buscador los encuentre, lea todas sus páginas, las entienda y las guarde en su índice en el cajón que nos interesa. El objetivo de este trabajo es que, cuando un usuario realice una búsqueda relacionada con la temática de nuestra web/negocio online, el motor de búsqueda muestre en su página de resultados nuestra web antes que ninguna otra.

El SEO forma parte de las acciones de marketing online que todo negocio/página personal en Internet debería tener en cuenta ya que más del 80% de los usuarios entran y se manejan a través de los buscadores. Es una de las estrategias básicas del marketing en buscadores junto con la compra de anuncios en buscadores (más conocida como enlaces patrocinados o SEM) y consiste en un trabajo técnico, en el que la creatividad se reduce básicamente a la redacción de textos optimizados y a la capacidad que tengas de abstraer y conceptualizar en un pequeño-gran grupo de palabras todo lo que ofrece una web. Ser SEO requiere ser metódico, constante, paciente y estar siempre actualizado: aprender es un concepto inagotable en este sector en el que cada día los buscadores cambian las reglas del juego, en el que siempre están apareciendo nuevas formas de hacer negocios o de comunicarse.

Si estás pensando en aprender un poco de SEO para tu negocio o para sacarle más partido a tu trabajo online y rentabilizar tu blog, necesitas empezar de cero -aunque haya cosas que te suenen y que crees que ya sabes-, lo obvio,  a veces, no lo es tanto: para entender realmente qué es el SEO, cómo funciona y cómo debe un consultor SEO enfrentarse a su trabajo, es necesario comprender cómo funcionan los buscadores.

SEO posicionamiento en buscadores

Lo primero que hay que tener en cuenta para comprender el SEO es que el buscador, al contrario de lo que mucha gente cree, no realiza una búsqueda inmediata en toda la web cada vez que un usuario introduce una consulta en la caja del motor de búsqueda. Imagina el tiempo que tardaría si tuviera que recorrer la cantidad de páginas que existen actualmente en la red… Y, aunque realmente la velocidad de los robots de los buscadores es increíble, no lo es tanto como para que el proceso fuera práctico. Lo que sucede en realidad es que el robot del buscador se pasa la vida recorriendo la red, de enlace en enlace, sin pausa. Va leyendo las páginas que se encuentra, las interpreta de acuerdo con una serie de criterios y las va guardando en un inmenso índice: la mayor base de datos que existe.

Ese índice es el que el buscador repasa cuando un usuario hace una consulta y devuelve los resultados que encuentra relacionados con los términos de esa búsqueda en su base de datos. Si tu página no ha sido debidamente archivada por el buscador, nunca aparecerá cuando tu potencial lector/cliente haga la búsqueda y, eso, en una red sobrecargada de información como es hoy Internet equivale a no existir. Cierto es que siempre te quedará el tráfico directo, el que te llega a través de toda la gente que conoce tu nombre o el de tu negocio y escribe directamente la dirección de tu web en el navegador… Pero, créeme, la cifra es minúscula comparada con el tráfico que llega a los sitios web desde las páginas de resultados de los buscadores.

Estar posicionado buscadores

Si no estás en el índice, no estás. Pero, igualmente, si no estás en el índice para las búsquedas que a ti te interesan, tampoco tendrás los resultados que esperas. El robot del buscador vaga por la web moviéndose a través de enlaces textuales (éstos le dicen a dónde se dirige) y va recopilando información de los diferentes elementos que componen cada página a la que llega. En función de toda la información que obtiene de una página la guardará en un lugar o en otro y le colocará una nota que marca la mayor o menor relevancia de esa página para determinadas búsquedas.

Imagina que tienes una página sobre libros de cocina, el buscador leerá tus reseñas de libros y comprenderá que tu sitio debe almacenarse en el cajón de gastronomía y, dentro de éste, en el de libros de cocina. Si alguien pone en la caja del motor de búsqueda «libros de cocina», tu web saldrá entre los primeros resultados (bueno, eso en un supuesto mundo en el que la competencia no exista o en el que tu web sea la web más grande sobre libros de cocina que exista, claro).

La forma en que el buscador se mueve por la red es la que marca en buena medida el trabajo de un SEO. Pero no solo ésto: además existen una serie de factores que hacen que el buscador valore más tu página que la de otros. Muchos de esos factores o criterios se conocen y son controlables de forma directa, otros o bien no son controlables o bien se desconocen por completo. Esto hace que el SEO sea un trabajo que exige un mantenimiento constante, en el que el consultor SEO debe invertir gran esfuerzo de monitorización y adaptación a los cambios. A veces parece magia, pero no lo es, aunque es cierto que en toda estrategia SEO -además de técnica, conocimiento y experiencia-, entra en juego mucho sentido común y un poquito de suerte.

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SEO para periodistas (I)

Por Eva Diz

SEO para periodistas. Quizás tenía que haber empezado por aquí y nos hubiéramos ahorrado muchas preguntas (y yo hubiera ganado muchas visitas, captando vuestra atención hacia un futuro que promete y que puede darle una salida digna a eso de escribir y ser útiles). Cuando empecé a hablaros de mis nuevos proyectos como periodista SEO,  se me olvidó contaros bien qué era exactamente eso (fallo garrafal imperdonable en periodismo: ¡Nunca te olvides del qué!).

Soy consciente de que sois bien espabilados todos y creo que -con un apunte de aquí, una lecturita de allá y algo que os he comentado en otros posts- ya os habéis hecho una pequeña idea. Pero aún así, creo que os debo una buena explicación: el SEO puede abrir un futuro para muchos de los que nos dedicamos al mermado oficio del periodismo, la comunicación y las varietés (porque en esta profesión, señores, uno puede llegar a hacer casi de cualquier cosa).

Después de una buena cura de desintoxicación, perdida sin 3G en mi querido rural gallego, volví a Palma, a mis rutinas. Mi ordenador, mis horas de lectura geek, mis instapapers… y a mi máster en buscadores. Año nuevo, módulo nuevo: Posicionamiento, puro y duro. Hala. ¿No querías SEO? Pues toma dos tazas.  Y se agradecen. Por fin, SEO, SEO

Pero cuando iba a ponerme a escribir el post de la semana… entonces me di cuenta: Eva, te has dejado muchas cosas en el tintero. Pues sí. Me he dejado lo básico: Nunca os he contado, de verdad y en cristiano, qué es el SEO.  Y hoy pienso enmendar el error. Pasen y lean.

El SEO es, es… como hacer magia con las palabras. En realidad, es un conjunto de técnicas (redacción, análisis de palabras y contenido, optimización de código, generación de enlaces…) que hace las páginas web más accesibles y amables para los buscadores. Una serie de retoques y buenos modales para gustarles más a Google y compañía y hacer que vuelvan a visitarnos.  Pero, sobre todo, para que, si les preguntan por algo que está relacionado con lo que hacemos, los buscadores hablen bien de nosotros. Cuanto mejor hablen, mejor, porque querrá decir que estamos bien posicionados…

… Y estar bien posicionado en Internet significa que una página web aparezca hasta cuando no la buscan directamente, significa que tu sitio web esté entre los primeros resultados del buscador cuando alguien realice una consulta sobre un tema determinado. Es decir, si tienes un bar de tapas y quieres triunfar como la coca-cola entre la gente que visita tu ciudad, has de hacer una buena estrategia SEO para tu web para que, cada vez que alguien busque «bar de tapas tuciudad», encuentre el tuyo el primero.

¿Y cómo puedo hacer una estrategia SEO para mi sitio? Bueno, sin entrar en detalle y para que os quedéis con lo básico (no usar sin la supervisión de un experto), tenéis que tener en cuenta dos cosas fundamentales:

  1. Las famosas palabras clave: Pensad qué 4-5 palabras (o expresiones) definen mejor vuestro sitio web (su idea de negocio, sus servicios, su contenido), hacer una lista con ellas (y sus derivadas más cercanas) y utilizarlas en vuestros textos con cierta frecuencia (sin abusar, de forma natural). Es importante que aparezcan también en el código HTML que da forma a vuestra página web (buscad en <head> las etiquetas <title>, <meta description> y <meta keywords> -esta última ya no importa mucho, pero nunca está de más- y aseguraos de que en ellas aparecen las 4-5 palabras principales de vuestra web, sin repetir, ojo.
  2. Los escurridizos enlaces entrantes: Son los links que desde otras páginas enlazan a nuestra página. Son la clave de la popularidad, como en la vida misma: cuantos más amigos y de más calidad tienes, más popular eres. Por eso, no vale cualquier enlace. Es importante conseguir enlaces de sitios bien vistos por el buscador. Y, a poder ser, con una temática relacionada con la de nuestra página. Para empezar con buen pie, podemos dar de alta nuestro sitio en el Open Directory (Dmoz) gratuito y muy fácil de usar. Y luego ya se sabe: Family, friends and fools si sus webs son de la misma temática que la nuestra. Y haceos una lista de sitios similares que os interesen y camelaros al webmaster para que os tienda un enlace 🙂

Pero no todo acaba ahí: No vale que hagas una gran estrategia SEO si no tienes buen contenido. Si lo que ofrece tu página no es atractivo, interesante, útil, si no está correctamente redactado o mínimamente bien diseñado. Y aquí es donde enlazo con lo que os decía: El SEO es un complemento perfecto para un periodista. El periodista es capaz de ver las buenas historias, es capaz de encontrarlas entre el mundanal ruido que campa por Internet. Es capaz de analizarlas, escribirlas y presentarlas al público de una forma atractiva… El periodista en Internet, el redactor digital de verdad debería saber cómo hacer que su contenido se lea más, cómo lograr que llegue a más personas. Tanto si escribe para un medio como si decide hacer información para páginas sectoriales, de empresas, blogs temáticos u otro tipo de medios colaborativos. El periodista web no debe olvidar que tiene 2 audiencias: los robots y los internautas. Y ha de convencer a los 2.

Los tiempos han cambiado y un periodista tiene que saber escuchar, detectar, cribar, escribir, grabar, presentar y, ahora también, difundir la información. Y en la democracia monárquica de Internet, donde el contenido es el Rey y el SEO su mano derecha, el dinero no es excusa. Lo que importa es el saber. Que no ocupa lugar, pero exige tiempo.

Use with caution.

 

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El arte de hablarle a los ojos

Por Eva Diz
Hablarle a los ojos… Qué pena que la metáfora no sea mía, porque me encanta. Las palabras son de Joan Costa en su libro La esquemática: El acto de visualizar, un título menos expresivo y menos poético, desde luego, pero igual de interesante. Costa le llama «hablar a los ojos», por ejemplo, a ese trabajo increíble que a diario hacen los gráficos en prensa, los que analizan los datos y los transforman en algo que se puede entender con un simple vistazo: Fácil, rápido y eficaz. Hasta bonito.

A mí, mujer de tecla y texto y espíritu de párrafo largo, me parece casi magia. Una magia que la tecnología ha lanzado a la estratosfera, perfeccionando estilos, formas y diseños, convirtiendo los datos en algo vivo, con el que se puede interactuar: En la era de Internet, los gráficos no solo nos permiten entender mejor la realidad que nos rodea, sino casi tocarla, jugar con ella, cambiarla o movernos a través de ella con solo un clic.

Y no hablo de Photoshop (que también cambia realidades), sino de sofisticados software que son capaces de mostrarnos todas las interconexiones que tenemos en Twitter en cuestión de segundos o hacernos entender cómo comenzó y evolucionó el fenómeno del 15M tweet a tweet. ¿Casi magia? No, magia de verdad. Y si no me creéis, mirad, mirad:

O este que nos invita a recorrer una ciudad invisible (en este caso Nueva york) a través de los tweets y de las fotografías que cuelgan sus habitantes en Flickr…

Alucinante, ¿verdad? Bien, pues poco a poco todos nos vamos metiendo en el mundo visual, entrando por los ojos, hablándoles cada vez de una forma más directa, con más confianza. Dicen que la vista es el canal receptor del ser humano con más ancho de banda porque proporciona más información y porque juega con la gran capacidad simbólica que tiene el cerebro (Düsteler, 2002). Y ahora con la moda de los tablets y los smartphones… Está claro que no solo de texto vive ya el hombre.

Por eso, los buscadores (que de eso quería hablaros en realidad) no han querido quedarse atrás. Google ha hecho sus pinitos en los últimos tiempos con la puesta en marcha de Google Maps y su integración en las páginas de resultados, pero no es lo que podríamos decir un buscador muy visual precisamente… Ay, pero haberlos hailos, y algunos son realmente muy originales y divertidos. Recomendables para airearnos de tanto Google y ver qué se cuece en otros buscadores de la red.

Os dejo un par (con fotos, que hoy estamos visuales a tope) de los que hemos dado en el masterenbuscadores y que me han parecido más interesantes:

Carrot Search Engine

SearchCube

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Cómo encontrar lo que buscas

Por Eva Diz
Cómo encontrar lo que buscas. Esa es la gran cuestión a la que todos nos hemos enfrentado alguna vez cuando los resultados que nos ofrece el buscador no responden del todo a lo que le hemos preguntado. Sí, Google, entre sus millones de resultados, nos ofrece aquellos que él cree que se pueden ajustar más a nuestra búsqueda… Pero, ¿realmente hemos sabido decirle qué buscamos?

Búsquedas booleanas

Os invito a todos, sobre todo a los periodistas que usamos Internet como fuente de documentación, a seguir unas pequeñas recomendaciones sobre cómo buscar mejor en la Red.

 

– Mamá, no lo encuentro.
– Eso es que no has mirado bien.

Y, efectivamente, si buscamos mejor, al final, lo encontramos… Las madres siempre tienen razón, por lo menos la mía (aunque a veces me fastidie reconocerlo): Para encontrar, hay que saber buscar, dedicarle tiempo, pensar bien lo que buscamos y dónde lo buscamos. Y entonces sí, lo encontraremos. No es que Google no sepa, a veces, simplemente es que no logra entendernos.

Tenemos que buscar información sobre un tema de actualidad, de vivienda, por ejemplo, y necesitamos datos concretos. Bien, o nos vamos al INE o nos vamos a un buscador. Si eres de los que has escogido la segunda -porque los datos del INE ya están más publicados que las fotos de la boda de la duquesa de Alba-, introduce en la caja de búsqueda esto: Evolución precio pisos nuevos y usados en España. Encontrarás un montón de cosas, sí. Pero fíjate y verás que, entre todo eso -como pasa muchas veces- no hay nada que te acabe de convencer. ¿Por qué? Porque con esa búsqueda lo que le estás diciendo al buscador es que te ofrezca todos los documentos que tenga en su índice que contengan TODAS las palabras que has puesto en la consulta. Y claro, hay mucha información sobre vivienda, dossieres, informes… pero no aparecerán a menos que tenga todas y cada una de las palabras tecleadas.

Esto provoca lo que se llaman silencios: Hay información interesante que no se ha recuperado del índice del buscador, pero que sí está allí y te vendría de perlas. Ay, pero no has sabido buscar. No has sabido preguntar adecuadamente. Fail.

Búsquedas booleanas

Los buscadores no tienen la posibilidad de entender lo que piensas ni cuál es tu intención cuando tecleas una consulta (aunque -lo creas o no- ya están trabajando en ello), de modo que has de ser tú el que aprendas a comunicarte con ellos para sacarles el mayor partido. Y ahí entra en juego el conocimiento de lo que se llama el lenguaje de interrogación, que aunque suene un poco rarito, no es otra cosa que saber formular la consulta de tal manera que el buscador la entienda con precisión.

Si me lo permitís todos, hoy os voy a presentar otro concepto raro (sí ya van 2 y me estoy acercando la cupo, lo sé…). Bien, se trata de las búsquedas booleanas (quizás a muchos os suene, si no por el nombre, en cuanto lo veáis, lo reconoceréis). Estas búsquedas, que toman el nombre de su creador, el irlandés George Boole, utilizan una serie de operadores que permiten al usuario especificar mejor qué es exactamente lo que está buscando.

¿Búsquedas booleanasOperadores?
Sí, AND, OR y NOT… A muchos os sonarán seguro y, de hecho, los usuaréis muy a menudo. De hecho, todo usamos operadores booleanos en nuestras búsquedas sin saberlo: Los buscadores incluyen el operador AND de forma implícita en cada espacio en blanco que dejamos entre palabras. Por eso, en la búsqueda sobre pisos que vimos antes el buscador trata de buscar documentos en los que aparezcan tooooodas y cada una de las palabras introducidas, porque entre ellas entiende que hay un AND y que todas nos interesan por igual.

Si no fuera el caso, es decir, si estuviéramos interesados en encontrar cualquier información sobre la evolución de los precios de la vivienda en España, podríamos ser más explícitos así: España AND evolución AND (pisos OR vivienda) AND (precios OR coste). Las combinaciones son múltiples, todas en función de las necesidades de información que realmente se tengan.

La mayoría de los buscadores (mejor en este caso Yahoo! que Google) usan este tipo de búsquedas y dan la oportunidad de usarlas de un modo sencillo en lo que todos conocemos como búsqueda avanzada (esa opción que, por las prisas, casi nunca usamos y, al final, seguimos perdiendo el tiempo). Pero si quieres fardar y hacer búsquedas realmente profesionales, aquí te dejo las equivalencias de cada operador:

  • AND: Le estás diciendo al buscador que recupere documentos que incluyan las dos palabras que has tecleado en la búsqueda. No una u otra: las 2.
  • OR: En este caso, le estás diciendo al buscador que recupere documentos que, al menos, contengan una de las 2 palabras que van unidas por el operador.
  • NOT: Le dices al buscador que te recupere documentos que tengan la palabra tal, siempre y cuando no tengan la palabra cual (precios NOT coste).

Las búsquedas avanzadas ofrecen más posibilidades: Acotar la búsqueda a documentos solo en tal o cual idioma; en tal o cual formato; en X fechas o en un dominio concreto. También te permiten saber cuántas páginas están enlazando a un sitio web concreto (esto es muy importante para hacer análisis SEO y desarrollar buenas estrategias de posicionamiento), pero eso ya lo veremos en otra ocasión. 🙂

PD: Acotar la búsqueda a formato PDF da muy buenos resultados para periodistas si lo que se buscan son informes de datos con cierta fiabilidad. Probad y ya me contaréis 😉

 

 

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El secreto de Google

Por Eva Diz
A veces parece que Google funciona desde siempre. Que, desde que la web es web, siempre ha estado Google. Google busca, Google encuentra, Google es divertido, Google crea. ¿Qué hacías en internet antes de Google?

Muchos no lo recordaréis porque la edad no perdona, ni a los demasiado jóvenes ni a los que nos vamos haciendo viejos. Pero los segundos jugamos con cierta ventaja en esto de Internet: La historia de la red no la leemos en libros, la buscamos en recuerdos. Así, si miro atrás, todavía recuerdo que en la universidad tenía un correo de Excite, que era de lo más sexy por aquel entonces, hasta que se desmarcó Hotmail, que eso sí era hot… o eso creía yo a los 18. (En fin…)Buscadores

En aquella época -hace solo 13 años, aunque parezcan mil en código binario-, yo no buscaba en Google. Me cuesta imaginármelo, pero es cierto: No tenía Google, solo me conectaba media hora cada 2-3 días desde la facultad y buscaba lo que necesitaba en portales como Excite -aunque luego me convenció más Lycos (no sabría deciros ahora por qué)- en Altavista o en Yahoo!, aunque éste nunca acabó de llegarme (el batiburrillo en su home se sumaba a mi torpeza digital y me causaba un poco de ansiedad, he de reconocerlo).

1998 no sólo fue mi primer año de universidad, fue el año en que Lawrence Page y Sergey Brin crearon el algoritmo PageRank y cambiaron la web para siempre: Hasta la fecha todos los buscadores recuperaban documentos, pero la gran mayoría eran ruido y poco tenían que ver con la consulta planteada. Con PageRank, por primera vez en la historia, un buscador no sólo recuperaba información, sino que analizaba su relevancia para la consulta y la presentaba ordenada de mayor a menor relación con la pregunta planteada.

PageRank funcionaba y funciona así: Si tu página recibe muchos enlaces de sitios a su vez muy enlazados, aparecerás de los primeros en la página de resultados de Google (SERP). Ahora visto así, puede parecernos simple, incluso imposible que se hiciera de otro modo. Pero así fue.Buscadores

Es más, el PageRank fue rechazado por los principales buscadores y directorios de entonces (En esa época los directorios eran lo más, porque esos sí que contenían buena información y te la ofrecían bien ordenada). Sin embargo, aquella idea de la relevancia y tal… Hoy parece obvio, pero nadie lo vio. Salvo Page y Brin… Bueno, en realidad, no: Page y Brin casi llegan tarde. Y en vez de Google, ahora tendríamos Hits.

El secreto de Google

Hits… o más bien HITS (Hypertext Induced Topic Selection). Ese podría haber sido nuestro Google si no fuera porque para triunfar en la vida como triunfan los grandes «no bastan las buenas ideas, sino que debe ser posible llevarlas a cabo», como comenta Lluís Codina en su texto Algoritmos de posicionamiento en buscadores.

Pues bien a Hits le faltó un casi para ser Google, pero ese casi era insalvable. El algoritmo HITS diseñado por el matemático Jon Kleinberg se desarrolló casi un año antes que el de Google, en 1997, y también valoraba la relevancia mediante la valoración de enlaces entrantes y salientes en los sitios web pero las dificultades para implantarlo (requería un gran tiempo de cómputo) lo hicieron inviable en la práctica.

Los chicos de Google lograron que su PageRank, con su rasgos recursivos de sitio que enlaza sitio que a su vez es enlazado…, fuera eficaz con un límite de 8 iteracciones. Pim, pam, pum. Se dice pronto, pero detrás hay toda una familia de algoritmos que se lo curran de veras cada vez que nosotros hacemos cualquier consulta en Google.

Rastreador de Google

¿Cómo funciona Google?

Aquí va mi explicación de andar por casa:

  • Primero, un programita rastreador de la familia de los robots detodalavida,  más conocido como spider y con nombre propio GoogleBot se pasea por toda la web visitando sitios de link en link y tira porque le toca. Cotillea las páginas (tranquilos, no ve imágenes, solo puede leer su texto), las descarga y las manda al almacén del buscador.
  • Google las coge, las analiza y crea un índice en función de las palabras que aparecezcan en la web. En realidad, Google hace 2: uno para él (consumo propio, señor agente) y otro invertido que vincula cada palabra, la cantidad de veces que se repite y el documento en el que aparece. Y ahí lo tiene, organizado, a la espera de que alguien pregunte algo.
  • Y cuando lo hacemos -en el mundo se hacen 29 millones de consultas por minuto-, Google busca en su índice las palabras y los documentos en las que aparezcan más y en lugares más destacados (título, entradillas, ladillos) y a esos documentos les aplica su PageRank.
  • Zasca. De ahí solo se salvan aquellos que se lo han currado de veras (o los spammers, que de todo hay en la viña del señor, aunque el señor sea Google y haga lo posible por tenerlos controlados).

Y… ¿Cómo hago para gustarle a Google?

Pues muy sencillo: Haz un sitio que te gustaría leer y visitar con frecuencia.

  • Buen contenido (redacción y ortografías correctas)
  • Densidad de palabras clave ajusta, ni por exceso ni por defecto (Las palabras clave o Keywords como leeréis en algunos sites son las palabras que más identifican al contenido de tu página, por ejemplo, aquí en el blog: SEO, buscadores, Internet, Marketing, Periodismo…)
  • Linkbuilding: Consigue -sin trucos raros- que tu página reciba buenos enlaces (de páginas que a su vez sean muy enlazadas, tipo un periódico o un blog como microsiervos -estaríaquetecagas-) o muchos enlaces, aunque sean menos buenos (los menos buenos: uno mío, por ejemplo, que no te da glamour inmediato, pero contribuye discretamente 😉 )
  • ¡Contrata a un SEO! Si ves que no puedes, mis compañeros de máster y yo estaremos encantados de ayudarte 🙂

 

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Máster en Buscadores: How to be… a SEO

Por Eva Diz
Máster en buscadores o cómo transformar a una periodista en una profesional del SEO. Todo un reto, sobre todo teniendo en cuenta que hace nada estaba volcada de lleno en los tradicionales teletipos de EFE y que el mundo digital era para mí poco más que un entretenimiento. Miro atrás y me sorprendo de cómo pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo… Y me alegro de que aquella plaza de EFE finalmente no fuera para mí.

Meses después del fin de Eva-EFE, Eva 3.0 sigue en pleno proceso de reconversión:

  • ZinKfo rueda a toda velocidad (incluso a más de la que una quisiera) y va cumpliendo con creces los plazos fijados para que esté perfecta y preparada para comerse el mundo en septiembre de 2012;
  • en mi colaboración con contenidoseo.com sigo aprendiendo y practicando cada día,
  • y hoy empiezo las clases online de mi máster en buscadores en la Universidad Pompeu Fabra. El segundo curso profesional sobre Internet en los seis meses que llevo en paro (casi 7 ya…)

Tal y como os dije cuando me inscribí en el máster, mi idea es poder transmitir parte de todo lo que aprenda en este blog para que todos, pero sobre todo los que nos dedicamos a la peripatética vida del periodismo, entendamos un poco mejor este nuevo entorno lleno de posibilidades que es Internet. En concreto, nos centraremos en los buscadores que, en poquísimo tiempo, se han convertido en la matriz de todo. ¡¿Qué haríamos sin Google?!

Los tiempos cambian y es hora de que nosotros también. Los periodistas trabajamos para que los lectores  usuarios nos lean, se informen, aprendan… en definitiva, mejoren su calidad de vida. Bien, pues ellos están en Internet, leen e incluso escriben (y algunos muy, pero que muy bien) sus blogs y sus propios artículos. Para sobrevivir, hay que estar en Internet. Pero en Internet no llega con estar: Hay que ser vistos. De eso va mi máster y de eso os voy a hablar, al menos una vez por semana, en este blog 🙂

SEO… ¿Qué es SEO?…

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