Archivo mensual: May 2012

El content curator: un periodista en Internet

Por Eva Diz
Content curator o comisario de la información es un nuevo perfil profesional que está tomando forma en la red… y que no es otra cosa que un buen periodista, con sus artes de documentalista bien a punto, un sólido conocimiento de las herramientas que pone a su alcance Internet y un toque de sensibilidad para el marketing.

Los gurús y entendidos del sector han creado esta nueva dimensión del periodismo y no hacen más que hablar de lo importante e indispensable que son y serán los content curators. A más infoxicación, más necesidad de filtrarla, editarla y compartirla con un nuevo valor añadido, de una forma sencilla, atractiva y creativa. Periodismo de toda la vida con herramientas nuevas.

Content curator, comisario, editor online, periodista 2.0… Llamémosle X, pero aquí – si me lo permiten-, tonto el último, queridos amigos: Ésta es un oportunidad más que la red nos da a los periodistas para reinventar lo ya inventado y vendernos como lo que somos (aunque últimamente nadie lo vea de este modo): Valiosos.

Recojo a continuación las principales tareas para generar valor añadido que, según Robin Good -experto en la materia-, realiza un content curator. Algunos llevamos haciéndolo toda la vida 🙂 :

  1. Cuidar los títulos como para que sean relevantes para su público
  2. Elegir una buena presentación y el formato mediante la utilización de estilos diferentes en las fuentes de los distintos elementos, la organización del texto, el uso de listados (En la versión offline: cuida la maqueta, pon ladillos, despieces, apoyos…)
  3. Filtra y añade imágenes relevantes, fotos, ilustraciones que complementan y refuerzan plenamente el contenido a los que están asociadas
  4. Selecciona los extractos más interesantes y relevantes del texto original, para ayudar al lector a comprender lo más rápido posible cuál es el contenido y por qué sería relevante para leerlo. (O sea, una entradilla)
  5. Escribe tu propia introducción, para contextualizar y explicar la relevancia de los contenidos a tu audiencia específica (Sí, aunque sea una nota de prensa, siempre has de re-redactar y hacer el texto tuyo antes de entregárselo a tus lectores, porque eso les ayudará en su comprensión)
  6. Proporciona etiquetas y categorías de clasificación para el contenido (Ojo, esto que sí solo se produce en el mundo online. En el offline, como mucho, te guardas una copia en pdf dentro de una carpeta sobre el tema central del texto)
  7. Integra enlaces adicionales para ampliar el artículo, o para proporcionar más referencias a conceptos específicos. (También único y exclusivo del mundo online: la hipertextualidad es su esencia, su principal característica. Podemos ofrecer con nuestra noticia todo un dossier interminable de información seleccionada para aquellos que quieran profundizar e indagar por su cuenta)
  8. Personaliza los contenidos de forma diferente para cada canal específico de la Web Social.
  9. Verificar la calidad y la integridad del contenido original asumiendo un rol crítico ante la decisión de qué publicar (Contrastar información, de toda vida)
  10. Atribuye la información a todas las fuentes utilizadas indicando el autor y añadiendo un enlace al documento original (Imprescindible)
  11. Proporciona recomendaciones, consejos y sugerencias a sus lectores sobre el tema tratado (La conexión directa con el lector que nos permite el soporte online hace posible este último punto y el número 12 que, a mi juicio, sería el estar atento al feedback de esos lectores para analizar qué es lo que les interesa, cómo les interesa y a qué tendencias apuntan)

Nada más. Como veis, pan comido: solo necesitamos aplicarnos bien con las herramientas que nos facilita Internet. Quitarse la capa del miedo a lo desconocido, probar, equivocarse y volver a empezar. ¿Qué, alguien se anima? 😉

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Reflexiones de una periodista anfibia

Por Eva Diz
He estado ausente en este último mes y medio. Los cambios en la vida siempre exigen su tiempo y obligan a una casi completa dedicación. Ahora, con la mudanza terminada (aún queda alguna caja de libros por deshacer, pero eso ya no me agobia), mis 32 años bien puestos y mis casi 13 meses de periodista por cuenta propia me paro y miro atrás. Me parece lejísimos aquel día de marzo en el que abrí esta bitácora con un post que ahora leo con muchísima nostalgia: Por pura suerte.

Al final sí, parece que fue una suerte eso del paro. En apenas un año, siento que he avanzado a zancadas de gigante, que he crecido aunque siga midiendo metro sesenta: es como si toda la pausa que me habían impuesto mis 11 años de trabajo full time en prensa se hubiera transformado en adrenalina. He hecho un posgrado en Marketing Online (que desde aquí recomiendo a todos los periodistas que estén sin saber muy bien qué hacer con su futuro o que quieran darle un giro diferente a su profesión) y estoy a punto de terminar un máster en SEO, especialidad que espero seguir perfeccionando y practicando de la mano de alguien que ha creído en esta nueva yo desde el primer momento: Gracias Zinqin, gracias Esmerarte y más que gracias Contenido SEO, por las oportunidades, la profesionalidad, la paciencia y los consejos. He tomado buena nota de todo ello y estoy orgullosa de poder decir que ZinKfo es hoy una pequeña parte de vuestro gran proyecto.

He hecho tantas cosas y han cambiado tantas otras que incluso he pensado en que ya va siendo hora de cambiarle el nombre a este blog… Porque, casi desde el principio, no tiene mucho sentido.

La formación ha sido básica en este tiempo para mí: Lástima que en el país de los recortes y la amnistía fiscal, un parado no pueda desgravarse su inversión en formación ni obtener ayudas para estudiar lo que quiere cuando los cursos que ofrece el estado están muy por debajo de su nivel profesional. Es la cruz del parado universitario, que tiene que mentir en su currículo para optar a un puesto de trabajo que nada tiene que ver con lo suyo (porque de lo suyo no hay ni se le espera) para cobrar el sueldo mínimo, si eso. Ay, país, país.

Sí, aunque la sensación general de hastío, decepción, pesimismo y abandono pueda resultar contagiosa, existen aún muchas personas que cada día luchan por cambiar eso, por demostrar que las cosas se pueden hacer de otro modo. Quizás el camino no sea tan fácil como antes, pero desde luego es mucho más emocionante. Personas anónimas entre las que, si estás leyendo esto, seguro que te encuentras tú… y puede que aún no te hayas dado cuenta. A mí me pasó eso. El paro fue el impulso para creer en mí misma, como profesional independiente, como gestora de información que no necesita un medio para saber hacer bien su trabajo. Y me ayudó a ver que, quizás, quienes nos forman han equivocado la manera de prepararnos para la vida real.

Nos han acostumbrado a otras cosas. No somos una generación de lucha y esfuerzo, como sí lo fue la de nuestros padres y, mucho más, la de nuestros abuelos. Bueno,  mejor dicho, no éramos. Hasta hoy. Porque ya somos muchos los que hemos decidido decir basta.

Es hora de dejar de mirar al pasado y tomar las riendas del futuro por nosotros mismos, sin esperar a que otros tomen las decisiones y evitar así que el mañana siga siendo constantemente algo incierto y ajeno.

Es el momento de capitalizar nuestro talento, de dejar de lamentarnos en que nadie cree en los jóvenes y empezar por creer nosotros en nosotros mismos.

Nunca he sido una optimista, como mucho realista (sino pesimista en muchos casos). Por eso me sorprendo al ver que, cuando la gente me define y destaca algo de mí, es precisamente eso que nunca creí haber tenido: energía positiva, optimismo, ganas, fuerza… Y eso me hace pensar que todos somos bastante más fuertes de lo que creemos, no digo en lo personal, sino en lo profesional. El problema es que no nos han enseñado a hacernos valer, a defendernos como profesionales independientes. Hemos sido enseñados para formar parte de un gran engranaje de piezas intercambiables. Porque les interesa que seamos prescindibles, sustituibles, reemplazables. Porque las empresas se nutren con esa incertidumbre, que les sirve para bajarnos el sueldo y apretarnos la vida.

Pero nunca mais, conmigo que no cuenten. En este último año he visto y aprendido demasiado (los días difíciles, aunque duelen, ayudan también mucho). Tengo mi empresa, Zinkfo, mi agencia de marketing de contenidos a la que trato de impregnar una nueva filosofía, un modelo de negocio diferente, en el que el valor de los profesionales que la integran es el auténtico valor de la empresa. Todavía está en pañales, nos queda muchísimo por andar, a pesar de que en estos sus primeros meses ya ha caminado lo suyo. Pero, por suerte, nunca se deja de aprender. Hay mucho que redefinir, muchos esfuerzos que invertir para poder despegar de verdad. Pero las cosas hay que tomarlas con calma para poder verlas en toda su perspectiva. Y reconocer los avances, para tener las fuerzas necesarias para continuar. Aprender de los errores, de lo malas compañeras que son las prisas y mirar siempre adelante, aunque a veces cueste.

Podría hacer un post eterno. Escribir cada hora, sin parar, gritar con cada tecla que merece la pena intentarlo siempre. Pero tengo que ponerme con otros proyectos, que haberlos hailos y, además de darme de comer, son realmente ilusionantes. Ya os iré contando. Como siempre, nos leemos.

Gracias por compartir y espero vuestras sugerencias para darle un nuevo nombre a este blog 😉

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Gracias

Por Eva Diz

Hoy he recibido un premio. Uno que de esos de los que te hacen sentir realmente orgullosa porque quien te lo da, de verdad aprecia y valora lo que haces. Sin buscar la foto, sin pedir nada a cambio. Sin que ni siquiera lo conozcas… Ese desconocido altruista, en mi caso, se llama Cristina y todo lo que sé de ella, lo he leído. No la conozco en persona, solo en letras. A ella, mis más sincero agradecimiento, no solo por el premio, sino por Comunicar en tiempos inciertos, por sus debates, sus perspectivas y sus pensamientos que, tantas veces, comparto: Desde hoy este blog lucirá siempre, bien alto, su Liebster Blog Award.

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Muchos os preguntaréis que qué es eso del Liebster Blog Award. Pues, bien, se trata de un premio online, parece ser que de origen alemán, que busca dar un impulso a todos esos blogs que, post a post, aportan algo a la comunidad internauta. Como dice Cristina, es el galardón que reconoce el merito de los “pequeños grandes” blogs, esos que, como este diario, llegan a pocas personas, pero que se hacen con todo el cariño del mundo y con la intención de ofrecer contenido interesante que pueda contribuir a crear una red cada día mejor.

Abrir un blog es como estrenar una libreta nueva. La sensación de libertad es inmensa y al principio discurre sin esfuerzo por el espacio en blanco, casi por necesidad. Yo abrí mi diario porque necesitaba escribir, porque necesitaba hablar y porque necesitaba que alguien me escuchara. Muchos habéis sido durante este tiempo (un año hace justo un par de meses) mis lectores en alguna ocasión -para los asiduos tengo un pedestal en mi despacho- y espero haberos entretenido, ayudado u orientado en algún sentido por este mundo de bits y crisis en el que estamos inmersos. Pero según pasan las semanas, la vida se complica a veces y es fácil encontrar una excusa para rendirse y pecar: Hoy no podré hacer el post, hoy no tengo tiempo… Escribir no es tan sencillo como parece si lo que quieres es contar algo relevante o mínimamente interesante para el que lo lee. De eso sabemos un rato los periodistas (algunos más que otros), pero todos lo hemos sufrido alguna vez cuando llega agosto y hay que buscarse la vida para llenar todo ese vacío que dejan los cacareos políticos en época de vacaciones.

Por eso, un premio de un lector se merece un post (¡no! ¡qué digo! todos los post del mundo), porque es el estímulo necesario para seguir escribiendo. Como cada comentario (gracias Roberto, gracias mi querida goma elástica, gracias a todos los que os pasáis por aquí y alimentáis el debate y me animáis la conversación: Sois lo mejor de este diario).

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Así que nada, ahí queda la promesa de que seguiré por esta bitácora, dejando caer alguna que otra idea sobre la red, el periodismo y la vida. Y ahora, a los ganadores del premio nos toca, además de mantener el blog actualizadito, otorgar el premio a otros 5 bloggers que, post a post, hayan sabido darnos eso que a menudo echamos en falta: Buen contenido o un poco de inspiración. Espero que a todos ellos, como a mí, este pequeño detalle les anime a seguir escribiendo 🙂

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Una realidad (in) visible, de Laura L. Ruiz. Por hablar de esa realidad que hemos olvidado mirar y que tantas miradas necesita.

EnREDada, de María José Carmona. Por sus reflexiones sobre el periodismo, sus ganas de escribir y por su ausencia demasiado prolongada ya: Esperamos que la excusa sea realmente buena 😉

La goma elástica, de Ana Cubillo. Por ese rincón en el que grita, cuenta y comenta la realidad que nos ha tocado vivir desde una perspectiva 2.0.

Perrodismo, de Alberto Magro. Mi santo. Por hacer y defender ese periodismo que cada vez hace más falta y cada vez se lee menos.

Muralyart, de Sonia Larraz. Por tener el valor de lanzarse al mundo del emprendedor con la que está cayendo, por apostar por las nuevas tecnologías y por tener tanto arte con los pinceles como con las teclas.

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SEO para Youtube: Haz que te vean

Por Eva Diz
Haz que te vean. Sí, además de conseguir que te lean, en los tiempos que corren, es necesario que también nos vean. Por eso el SEO para Youtube cobra cada vez más importancia: Las empresas y profesionales han descubierto el poder del vídeo en el marketing empresarial y personal y estar en Youtube ya no es una opción, es casi obligado.Es la base del marketing viral.

No obstante, como con todo, no vale con registrarse y abrir un canal en Youtube. Antes de todo eso conviene pararse y pensar para qué queremos ese canal (objetivos) y cómo queremos conseguirlos (estrategia). Sigamos aplicando la práctica sobre nuestro caso: Periodista busca labrarse una buena reputación online, convertirse en experto de lo suyo y lograr así nuevas y mejores oportunidades de trabajo. No, no es una utopía aunque lo parezca (con la que está cayendo es fácil caer en el desánimo, pero ¡¡no!! No hay que dejarse llevar por el pesimismo imperante, no vale la pena). Y vale para todas las profesiones, con leves adapaciones 😉

Grabar un vídeo básico, tipo tutorial, es relativamente sencillo (lo puedes hacer directamente con el ordenador si tiene cámara incorporada -como es el caso de los Macbooks-), la edición tampoco exige demasiados conocimientos de vídeo y basta con trastear un poco para hacer una presentación bastante acertada. Es importante, eso sí, tener cuidado con la luz y el sonido porque cualquier anomalía en estos dos elementos puede estropear el vídeo.

Una vez más, en el caso de los vídeotutoriales, el contenido es el rey y la forma una herramienta más para llegar a nuestra audiencia. Si sabes contar algo realmente interesante o relevante para tu público, tendrás éxito. Y para impulsar, facilitar y acelerar ese éxito nada mejor que un poco de SEO para Youtube.

¿Por qué Youtube?

Es cierto que existen otras plataformas muy buenas para la difusión de vídeos online (Vimeo, Daily Motion, Youzee, Flumotion…), pero Youtube cuenta con el mayor tráfico: Es la tercera web que más visitas tiene, solo por detrás de Google y Facebook. Además, cada día hay más gente que lo utiliza como buscador de información, ya que prefieren que alguien les cuente las cosas con un vídeo que leerse un texto. Tú, que eres del club de los periodistas anfibios, evidentemente has de tener ciertas nociones de grabación  y edición de vídeo que gracias a esta plataforma podrás lucir e incrementar así tu valor y reputación en el mercado.

Youtube será pues la plataforma más viral, por tanto abriremos aquí nuestro canal. Para sacarle el máximo partido y conseguir nuestro objetivo de branding personal, tenemos que optimizar al máximo este espacio visual:

– El título del canal ha de ser nuestro nombre y apellido (los dos si es un apellido muy frecuente)

– La imagen del canal tiene que ser coherente con el resto de la imagen online que ofrecemos (blog, Facebook, Twitter, LinkedIn…)

– Hay que incluir siempre la URL de nuestra web o blog

– Ofrecer una buena descripción del contenido que vamos a ofrecer en el canal usando para ello las palabras clave que nos identifican (periodismo online, periodista multimedia, periodismo audiovisual…) de forma natural en un breve texto.

– Inlcuir enlaces al resto de redes sociales que tenemos con nuestro perfil profesional.

– Ofrecer una descripción sobre nosotros mismos, de nuevo jugando con las keywords por las que nos gustaría que nos encontrasen.

Y cuando tenemos todo esto hecho, subimos nuestro primer vídeo. Por ejemplo, un vídeo sobre cómo redactar para web:

Titulo y descripción con Keywords: Hay que trabajar bien el SEO en estas dos partes, incluir las palabras clave que nos interesan., en este caso, «redacción web» (si son muy competidas, ir a por búsquedas más específicas «redacción web herramientas trucos»)

URL de web o blog al principio de la descripción (¡ojo! con el http delante para que funcione)

Tags: Las etiquetas son menos importantes que el título y la descripción pero conviene ponerlas y que sean acertadas para el contenido del vídeo. Ser muy descriptivos. Importante incluir términos de geolocalización (dónde se grabó el vídeo) y nombres propios (gente que salga en el vídeo, en persona o como mención durante la grabación)

La última fase, después de subir el vídeo optimizado a nuestro canal, es la misma que con los posts del blog una vez escritos: Difundirlos por nuestras redes, las de los amigos, familiares, colegas de profesión, blogs de otros profesionales del sector… Cuántas más visualizaciones, comentarios y me gustas tenga un vídeo, más alto aparecerá en los resultados de Youtube. Del mismo modo, cuántos más vídeos subas de forma regular, más visibilidad le dará Youtube a tus vídeos.

Así que ya sabes: Luces, cámara y ¡acción! 😉

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