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SEO y el contenido de autor

Por Eva Diz

El trabajo de un SEO ha cambiado mucho en los últimos años: la optimización de una web o blog para buscadores no ha sido ajena a los importantes cambios de comunicación social que se han desarrollado en la red. Google ha querido dar respuesta a su manera a toda esta nueva realidad y, además de poner en marcha una red social propia (con más o menos éxito), ha introducido muchas condiciones -cada vez más vinculadas a las relaciones y recomendaciones sociales- que han obligado a replantear y adaptar ciertas técnicas SEO tan básicas como la consecución de enlaces entrantes de calidad o la generación de autoridad para el dominio.

Aparecer los primeros en la página de resultados para las palabras que a uno le interesan pasa por un trabajo mucho más volcado en la generación contenidos de calidad… con un autor de calidad. El gigante de las búsquedas ha dado numerosos pasos para facilitar a los autores del contenido que se difunde en la red la posibilidad de desarrollarse como tales. Es, grosso modo, lo que se conoce como Authorship de Google: todos tus artículos pueden ser identificados con tu nombre, apellidos y foto y vinculados a tu perfil personal desde la misma página de resultados del buscador. Es decir, si tú eres un experto en información económica y yo busco algo así como «información + económica» en Google es muy probable que, si eres un autor prolífico y valorado en la red, salga un resultado tuyo personalizado.

SEO Authorship Google

La idea de Google es simple: el buscador considera que si tú firmas un contenido con nombre y apellidos es porque estás orgulloso del mismo, por tanto, lo más probable, es que sea de buena calidad. Esto es, su promesa de mostrar los mejores resultados de búsqueda se cumplirá siempre (o casi). Tú eres el primer responsable de ese contenido. Tú eres el primer voto de calidad. Pero si, además, cuentas con un buen número de lectores habituales, gente a la que le gusta lo que escribes, diseñas o grabas, que comenta en tus contenidos, que te comparte en sus redes sociales, que te regala un +1 (sí, ¡benditos +1s! bienvenidos sean) pues no solo aparecerás en los resultados con tu nombre y apellidos sino que aparecerás de los primeros. Y esto significa más tráfico, más seguidores y, de nuevo, más valor como autor de acuerdo con los rankings y criterios de Google.

Sí, el sistema te suena porque es el mismo que, tradicionalmente, han utilizado los periódicos y las marcas colocando al frente de sus páginas de opinión o sus programas de cabecera a las mejores firmas, las más conocidas, más expertas, más valoradas/apreciadas por el público… Solo que, en este caso, no necesitas el respaldo de una gran cabecera de comunicación para lograrlo. Si eres creativo, constante y consciente del valor de tu marca personal podrás llegar a construir en torno a tu nombre u na imagen profesional firme y duradera que, con mucha probabilidad, te dará la posibilidad de conseguir trabajos y colaboraciones muy interesantes.

Conseguir ser una firma respetada en el mundo online es relativamente más sencillo. Mucho más, incluso, si el que se lo propone es periodista o bloguero profesional, personas acostumbradas a generar contenido de forma periódica y, en la mayoría de los casos, con gran capacidad para comunicar y conectar con el público.

La clave está, precisamente, en generar contenido de calidad para un público que esté dispuesto a leernos (es más, que esté dispuesto a buscar nuestro contenido y compartirlo), hacerlo de forma frecuente en uno o varios sitios online y comentarlo y difundirlo a través de nuestros perfiles sociales. Así de fácil… y de complicado.

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Periodismo y Twitter

Por Eva Diz

Periodismo y Twitter… No hay ninguna otra red social en la que el periodista se encuentre tan cómodo como en la famosa red de microblogging. ¿Qué será lo que nos engancha a ella? La inmediatez que ofrece para dar una noticia, la notoriedad que otorga como opinadores,  la posibilidad de marcar una agenda paralela a la habitual; la versatilidad de tonos que permite, el contacto directo autor-lector o, simplemente, la libertad y el poder que da al periodista como profesional individual frente a la gran marca colectiva y empresarial de los medios…

periodistas Twitter

La verdad es que Twitter ha abierto de forma definitiva una Caja de Pandora que ya había forzado en su momento la aparición de los blogs y todas las plataformas que permiten al usuario de Internet (en este caso, el periodista), romper la barrera de los medios tradicionales off y online y lanzarse a ser él mismo el productor del contenido: sin intermediarios, sin peajes.

Del mismo modo que ya empieza a haber medios que empiezan solo con una versión online y luego acaban haciendo ediciones en papel especiales para sus lectores más fieles, muchos son los periodistas que han sabido relanzar su carrera a través de redes sociales como Twitter apoyados en un simple blog. Muchos han conseguido trabajo, otros se han consolidado como profesores, colaboradores o consultores externos y otros muchos han decidido dar el paso de montar su propio medio de información u opinión.

periodismo twitter

En la entrevista sobre periodismo en Internet de la que os hablaba en el último post de este blog, también tratamos este tema y salieron cuestiones interesantes que seguro que, como a mí, a más de uno le rondan últimamente. Reproduzco algunas de las preguntas más interesantes para ver si, entre todos, conseguimos alimentar el debate: el espacio de comentarios es libre para todo el que quiera aportar 🙂

¿Consideras a Twitter un medio de comunicación? ¿Se puede hacer periodismo de 140 caracteres?

Sí, por supuesto (aunque muchos no lo crean y lo vean como un juguete con el que perder el tiempo). La tecnología no es buena ni mala en sí, es bueno o malo el uso que le damos. Y, como plataforma, Twitter da la posibilidad a los periodistas de hacer algo que, hasta ahora, solo podían hacer las agencias de noticias: dar Urgentes. Trabajé durante varios años en la Agencia EFE y rara vez vi un Urgente, pero era poco más que 140 caracteres: un titular (sin artículos ni preposiciones) y una frase lanzada de inmediato a la línea de los abonados. Hoy basta cambiar algunos términos para que suene igual: el Urgente de EFE es el tuit; la línea, el Time Line; los abonados, tus seguidores.

Los tiempos han cambiado… Antes un periodista en una redacción tenía los teletipos de EFE, EuropaPress, Colpisa, Servimedia, etc. abiertos mientras escribía. Hoy, todo periodista de 2013 debería tener un Hootsuite (o similar) con X búsquedas grabadas referentes a los temas que está siguiendo ese día. Asimismo, tendría que contar con listas bien organizadas con los perfiles oficiales de personalidades e instituciones de modo que pueda estar siempre al tanto de la información que aportan a través de ese canal. Del mismo modo que uno tiene un filtro en el correo para organizar las notas de prensa que le envían, las listas de Twitter permiten organizar la información de forma muy útil.

Pero, ante todo y sobre todo, un periodista en Twitter tiene que hacer de periodista: cribar, analizar, investigar, profundizar… No es hacer periodismo sacar en la televisión un reportaje sobre qué se dice hoy en Twitter o maquetar una página con los Trending Topic del día…

¿Como pueden utilizar los periodistas Twitter a su favor?

Primero: para crear su marca personal como periodistas. Yo sigo a los periodistas que sigo por lo que comparten en sus redes, no por el medio al que pertenecen (si es que pertenecen a alguno) y cada vez más esta tendencia se hará más patente. Hoy en día todavía mandamos las generaciones del papel, pero los niños de la generación iPad serán totalmente diferentes: ellos habrán crecido con el periodista, habrán tuiteado con él, no enviado una carta al director. Ellos querrán leer a ese periodista y no a otro porque les ofrece el contenido que ellos aprecian. Nuestro trabajo es ser ese periodista, no trabajar en tal o cual medio.

Segundo: para su rutina laboral diaria. Para informar, para encontrar buena información (enlaces, documentos, datos interesantes que se nos puedan haber escapado…), para ponerse en contacto con personas que tengan historias interesantes que contar, para relacionarse con otros compañeros, para escuchar a sus lectores… Ser un buen curator de contenidos en un mundo plagado de información es complicado y muy apreciado. Esa es la nueva labor del periodista, eso se espera de nosotros.

 ¿El perfil de un periodista en Twitter pertenece a los medios de comunicación o a los propios periodistas?

Esto está muy ligado a mi idea de que Internet devolverá la esencia al periodismo, el poder a los periodistas… pero dejará a los medios –tal y como los entendemos hoy- fuera de juego. De ahí que muchos medios quieran apoderarse de la cuenta de sus periodistas, porque todavía creen que el periodista se lo debe: “te siguen porque eres periodista de esta radio”.

Lo siento, pero no lo veo así. Un periodista es dueño de su cuenta de Twitter a menos que, por contrato, así lo haya decidido, en cuyo caso debería informar a sus seguidores de que su cuenta no es personal sino la cuenta oficial del periódico/radio/tv. ¿Los medios que plantean esto se plantean también apoderarse de las frases que sus periodistas dicen sentados en la mesa de una cafetería o en la cola del supermercado? Cada medio tiene su perfil en Twitter, que lo usen como deben. Para mí, esos intentos de controlar los perfiles de cada uno de sus periodistas es solo una prueba de su miedo a perder el poder que durante tantos años tuvieron sobre la audiencia.

#Ahílodejo…

 

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El periodismo emprendedor

Por Eva Diz y Aarón Añover

Estar al otro lado del micrófono, ser el entrevistado en vez del que entrevista nunca ha acabado de gustarme. Por gracia o por desgracia en los últimos tiempos he sido carne de entrevista en más de una ocasión, siempre hablando de cómo reinventarse en un mundo en el que todo está inventado y en el que parece que hay cosas que ya no funcionan. O no funcionan como antes. El periodismo es una de esas cosas. La última de esas entrevistas estaba centrada en el futuro de la profesión. Su autor, Aarón Añover, estudiante de periodismo, planteó preguntas que desde hacía meses tenía en el tintero como temas para tratar en el blog, así que he decidido recopilar esas reflexiones y exponerlas aquí con el objetivo de abrir el eterno debate y animaros a todos a plantear opciones, opiniones e ideas al respecto.

Periodismo

Una de las primeras preguntas de la entrevista hacía referencia al periodismo emprendedor, un concepto que me ha resultado muy llamativo: ¿así es cómo las nuevas generaciones llaman a buscarse la vida en la profesión? Pues no me parece mal de todo. Emprender es algo que teníamos muy atrofiado y que nunca debimos dejar de hacer. Los periodistas acomodados en una rutina de agendas marcadas por otros no tienen lugar en el nuevo escenario que ha creado Internet… Pero creo que tampoco lo tenían antes, solo que, bueno, a veces es más fácil dejarse llevar que nadar contracorriente.

¿Crees en el periodismo emprendedor? Mi respuesta fue y es la siguiente:

Creo porque no queda otra que creer. Y ya que hay que tener fe en algo, qué mejor que tenerla en uno mismo o en la profesión que uno ha elegido. A mí me tocó emprender. No lo he hecho abriendo otro medio (aunque no me quito de la cabeza alguna que otra idea que me ronda) sino aplicando mis recursos y conocimientos como periodista a otras disciplinas que, hoy por hoy, tienen mejor salida laboral que el periodismo en los medios de comunicación (Comisarios de información, expertos en SEO o en marketing de contenidos…).

A los periodistas nos quedan tantas salidas como puertas a las que queramos llamar. Si hay una profesión preparada para casi todo, esa es la de periodista: entrega, valor, facilidad para adaptarse a las circunstancias, capacidad resolutiva, iniciativa, visión crítica y analítica, creatividad… En nuestro día a día estamos acostumbrados a enfrentarnos a un sinfín de retos si bien, las rutinas y las prisas hacen que, muy a menudo, se nos olvide exactamente qué hacemos, lo complejo e importante que es nuestro trabajo. En los últimos tiempos, por desgracia, he hablado mucho de esto con compañeros y la frase es unánime: “Y si no trabajo en un medio, ¿qué puedo hacer?” Pues casi todo lo que te propongas.

A continuación, la entrevista derivaba en la eterna pregunta, el trillado dilema que, a mi juicio, no es tal: ¿Es Internet la culpable de la crisis del periodismo o una oportunidad para relanzarlo? A lo que respondí como buena gallega y con unas risas:

Ni lo uno ni lo otro y todo a la vez.  Internet ha traído dudas, ha cambiado rutinas de trabajo, ha facilitado cuestiones y ha complicado otras… Pero, precisamente, creo que Internet es lo que me permite decir que un periodista hoy por hoy puede hacer casi todo lo que se proponga. Las facilidades económicas y recursos que proporciona la red a un periodista es algo único que debemos aprender a aprovechar. Es hora de dejar de ver la red como un enemigo y utilizar lo que nos ofrece a nuestro favor.

Y, entonces, llegó la pregunta que todos nos hacemos con mayor o menor angustia: ¿Queda opción para el periodismo más allá de Internet?

Sí, por supuesto. Creo que Internet puede (y debe) ser una parte más de todo proyecto periodístico porque es una forma rápida, económica y cómoda de conectar con la audiencia, lograr difusión y, sobre todo, escuchar a nuestros lectores. Pero creo que sí hay mercado para productos periodísticos en papel/TV/Radio, más enfocados al análisis, a aportar perspectivas nuevas y diferentes… Ya no se puede imprimir para mañana lo que todo el mundo ha leído hoy en Internet, pero sí se puede imprimir algo que dé un valor añadido a eso que he leído hoy. Hay que jugar mucho más con conocimientos de marketing, segmentar bien el producto que se ofrece al lector y, sobre todo, apostar por la calidad, la excelencia. Solo por algo realmente bueno la gente estará dispuesta a pagar. Existen algunos ejemplos de que sí hay opciones. Por ejemplo, el magazine Jot Down, que nació como una revista en Internet y, gracias a su buena acogida, se publicó en papel. Estoy segura de que, de ahora en adelante, veremos más proyectos como éste.

Redacción periodismo

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Mamá, quiero ser community manager

Por Eva Diz
Ser community manager en estos tiempos se está convirtiendo en algo tan deseado que muchos son los que se lanzan a este mundo sin pensarlo dos veces. Y no es que haya mucho que pensar: la profesión que han consolidado las redes sociales (porque sí, el gestor de comunidad existe desde que los foros son foros y el IRC funcionaba sobre aquella pantalla negra con letras de colores… ¡qué tiempos!) es una de las pocas que no está sufriendo los efectos devastadores de la crisis. Y una de las que mantiene un nivel salarial medio digno (aunque eso depende de a quién le preguntes…)

Conozco a mucha gente (muchos de ellos periodistas como yo) que se han planteado iniciar esta nueva aventura… Y todo el mundo tiende a creer que ese trabajo consiste en poco más que abrir un Facebook y ponerse a hablar con la gente, decir qué hemos comido hoy o qué vamos a tomar esta noche. Lo siento, pero no. Siento romper ilusiones, decepcionar a la audiencia y quebrar sueños pero el que crea que como community manager puede ganarse la vida posteando estados en Facebook sobre el color de las zapatillas que lleva puestas hoy, va muy desencaminado.

No se trata de hacer una tesis doctoral o redactar sesudos comentarios sobre el tema que ocupe a nuestra comunidad, pero ser commnunity manager requiere esfuerzo, planificación, buen contenido, mejor redacción, vigilancia permanente y atención cuidada, rápida y eficaz a todos los miembros de la comunidad. De lo contrario, estaremos fracasando, engañándonos y desvirtuando una profesión que, sí -lo creo realmente-, puede sacarnos de pobres y hacernos volver a disfrutar en el trabajo.

Aunque lleva años en vigor, el gestor de comunidades es un perfil profesional del que poco se había hablado hasta ahora. Sus funciones y responsabilidades pueden variar en función del tamaño de la empresa/marca para la que trabaje,  del proyecto/campaña y de si se trata de un profesional en plantilla, freelance o de agencia.

Tomemos como muestra un botón y pensemos en una empresa de pequeño mediano tamaño. ¿Qué tendría que hacer su community manager? Pues… de todo un poco. Hugo Zunzarren lo detalla en un pequeño listado, ampliable o reducible de acuerdo con el tamaño del departamento de comunicación online que tenga la empresa ( o si no tiene):

  1. Encontrar buenas fuentes que alimenten su discurso.
  2. Tener una buena cultura de la empresa para poder responder eficazmente a quienes lo soliciten en las redes sociales (si tienen, por ejemplo, dudas sobre un producto, sistema de pago, atención al cliente, etc.).
  3. Tener nociones de comunicación para poder atajar crisis incipientes (clientes insatisfechos, ex empleados descontentos, acciones de la competencia, etc.)
  4. Tener  circuitos internos de información que le indiquen las novedades, las acciones que la empresa va a emprender o interlocutores a quienes comunicar las tendencias en cuanto a necesidades que va detectando (producto, Marketing, RRHH, SAT, etc.).
  5. Conocer herramientas de comunicación online (sindicación de contenidos, alertas..).
  6. Conocer herramientas de reporting.
  7. Dominar las redes en las que esté la empresa según la estrategia de comunicación establecida para una línea editorial concreta, (Facebook, Twitter, Youtube, Pinterest, Viadeo, etc..).
  8. Tener nociones de blogging.
  9. Conocer herramientas de medición de resultados (notoriedad, influencia, alcance, impacto),
  10. Tener nociones de publicidad (ya que va a ser quien propague el mensaje corporativo en forma de publicidad).
  11. El SEM-SEO, el lenguaje HTML  no le deben, tampoco, ser desconocidos. 

En esencia, el  community manager no es el que redacta el contenido, sino que lo difunde de la mejor manera posible para llegue y sea comprendido tal y como nos interesa por el mayor número de personas que conforman nuestro target. Además, ha de recoger el feedback de ess personas y transmitirlo a la empresa. Por eso, hay que tener cuidado con el optar por un community manager para todo, ya que si está a mil cosas, pocas podrá hacer realmente bien.

El community manager es así un perfil complementario al del content curator del que hablaba el otro día, un profesional más volcado en la gente, más cerca de los servicios de atención al cliente que del redactor de un periódico. La opción ideal sería que todas las empresas tuvieran un content curator, encargado de detectar, seleccionar, filtrar, revisar y reeditar con valor añadido la información/el contenido que a la marca le interesa transmitir, y un community manager entregado a su comunidad que será el que se encargue de darle a la comunidad ese contenido de calidad que proporciona el content curator. Y aún podría haber un perfil más, el más estratega, el responsable del área de redes sociales… el social media strategist, el que piensa, define y diseña el plan de acción y contenidos en redes.

Ambos trabajos son trabajos de verdad, para los que hay que estar formado y preparado y para los que, no, no vale cualquiera. Pero todo el mundo puede aprender 🙂 o casi. Lo imprescindible es que uno tenga pasión absoluta por lo que hace, esa -en mi opinión- es la única forma de soportar los días duros de trabajo y de disfrutar de verdad los buenos.

Y bien, ¿tú de quién eres: content curator, community manager o social media strategist?

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Más SEO que nunca

Por Eva Diz
Si quieres estar el primero en  el buscador y que te vean, tendrás que dedicarle más esfuerzo y hacer más SEO que nunca: Más trabajo al detalle, más milimétrico, más difícil. No. Google no nos lo va a poner fácil. El que lo quiera fácil, que pague. Sí, el gigante de Internet, aunque a veces se nos olvide, es una empresa y, como tal, va a lo que va: A ganar dinero. Pero como no quiere ser el malo de la película (porque eso no vende y está muy competido en los tiempos que corren), nos deja un hueco, una rendija por la que colarnos… cada vez más fina.

¡El SEO ha muerto, el SEO ha muerto! La expresión de alarma se repite periódicamente por la web desde hace unos años, tic tac tic tac y, acto seguido -zas- comienza la lluvia de comentarios, los temblores, las críticas… a unos cuantos incluso nos entran las dudas. Ay, ¿Habrá muerto -ahora sí- de veras?

«Claro que no, el SEO no ha muerto y yo diría que está más vivo que nunca«, responde Fernando Macià (y respiramos el resto, afú). Este licenciado en Ciencias de la Información (Comunicación Audiovisual), experto en SEO, marketing online y en casi todo lo que se propone, no titubea ni un segundo en asegurar que la optimización de páginas para buscadores tiene mucho camino que recorrer: «Realmente, si antes el SEO era complicado y había que hacer muchas cosas bien para conseguir buenos resultados, ahora mismo simplemente mantener una Web al día de los cambios que pide Google ya supone un verdadero trabajo«, señalaba estos días en el foro del Master en Buscadores que organiza la Universitat Pompeu Fabra.

Pero… ¿Y qué cambios son esos?: «Cambios en la programación de contenidos paginados, cambios en la programación de contenidos multi idioma y multipaís, meta canonical, enlaces no follow, microformatos, schema.org, control de contenido duplicado, redirecciones de dominios, Google Places, Google Products y muchas cosas más…»

Bien, leyéndolo supongo que muchos pensáis como yo… ¿ein? Sí, esto es un no parar. Uno se da media vuelta y Yahoo! elimina su Site Explorer de un plumazo, y Facebook cambia de look y luego Twitter, y Google, que siempre está buscando la manera de ser el primero de la clase, rediseña todos sus productos y, de paso, saca algunos nuevos (pronto incluirá el análisis de datos en redes sociales en su Analytics)

«Lo que está claro es que Internet muta a una velocidad de vértigo y hay que estar en permanente actualización para mantenerse al día de lo último y aprovechar esa escasa ventaja competitiva que te puede aportar ser de los primeros en implementar los cambios exigidos», de nuevo Fernando Macià animándonos a plantarle cara al asunto y lanzarnos a por todas: Internet está ahí, es bueno, bonito y barato, pero nada es gratis, que nadie se confíe. El que quiera estar ahí, tendrá que sudar la camiseta, aprender, perfeccionarse cada día, leer, leer y leer y adaptarse a las nuevas realidades.

Casi nada…

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Formación para parados (II)

Por Eva Diz
Formación para parados segunda parte: El cuento de nunca empezar. La historia de cómo formarse por tu cuenta, dejándote los ahorros en el intento, porque nadie ha pensado en el futuro. Porque en tu país todos los que mandan, deciden y ordenan no piensan en nada más que en sí mismos. Y, a veces, en su partido. ¿Cruel? Sí, cruel es no tener trabajo, tener por fin el tiempo para aprender y tener que invertir el dinero que necesitas para vivir en poder labrarte un futuro demasiado incierto en una España demasiado corrupta.

Hace unas semanas escribí un post sobre la formación para parados que ofrece el servicio de empleo de nuestro país: -1. Pues bien, siguiendo el hilo, en la España de los Mercados,  gratis no se forma ni dios y menos un licenciado. Quedarse en paro para alguien que ha estudiado duro, que conoce y ejerce bien su profesión es un  palo tremendo que está al orden día, pero con el que casi nadie contaba hace unos años: Si estudias tendrás un buen trabajo, hijo. Eso nos decían. Y durante un tiempo fue verdad.

Ahora el licenciado parado es una especie en crecimiento constante, imparable. Un ser que ha de enfrentarse a sustos y disgustos desde el primer día. Alguien al que más le vale haber sido previsor y ahorrador para coger su dinero ahora e invertirlo en aprender alemán. Y marcharse. O quedarse, dejar la dignidad en el armario de casa, y cobrar como un peón o un becario toda la vida.

La historia es cruda pero tiene su guasa (más vale reír que llorar a estas alturas). Cuando uno se queda en paro, una de las primeras cosas que hace es apuntarse al Inem, ¿no? Bien, pues probad a entrar en http://www.inem.es: Te quedas a cuadros. Hola, bienvenido, el Inem ya no existe. Toma. ¡¿Qué?!. Lees y relees y está a punto de darte un pallá, porque tú acabas de apuntarte en el Inem… y el Inem no existe…. ¡Te lo han cambiado!

El INEM (Instituto Nacional de Empleo) no existe.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), desde la publicación de la Ley 56/2003 de 16 de diciembre, de Empleo, es el responsable de  la ordenación, desarrollo y seguimiento de los programas y medidas de la política de empleo a nivel nacional.

Junto a los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas forman  el Sistema Nacional de Empleo.

Para cuestiones relativas a empleo y prestaciones por desempleo entra en www.sepe.es.

«Ordenación, desarrollo y seguimiento de los programas…». Sí ellos, el sepe son ahora las mentes geniales que preparan esos planes de empleo, diseñan esos cursos y definen esos talleres no aptos para licenciados parados. Mismo lobo con distinta piel.

A ti que, llegado a este punto,  te da igual como se llame el departamento estatal o autonómico que tiene que ayudarte a buscar empleo, vas y entras. Qué remedio. Pero vas por tontería: buques lo que busques sobre formación solo lees esto:

En el SEPE estamos migrando contenidos para mejorar los servicios electrónicos que te prestamos y que, en el menor plazo de tiempo posible, los tengas disponibles en un mismo portal, con la misma estructura y formato. Disculpa las posibles molestias.

En fin. Te tomas un valium. ¿Mejor? Sí. Respiras hondo y tecleas la dirección del portal de empleo de tu comunidad autónoma. ¡Clic! Entras. Te pierdes, buscas, rebuscas. Por fin encuentras algo. Ah sí, aquí: 558 cursos. A ver… Uf, familias profesionales… veamos, informática y comunicación (esta debe ser para periodistas, no?) Vas. Tachán: 12 cursos.

Vaya: O te pones a programar o te diplomas en modo usuario… Pero no abandonas, sigues buscando y ves que aún hay esperanza de encontrar un sitio para ti: Imagen y sonido. Hala. Tarán, tarán… Número de cursos en Baleares… 1!!!! Puesta en escena y procesos de preproducción en la realización televisiva. Que ya empezó el 12 de septiembre y no hay posibilidad de apuntarse… Lo sentimos. Ja.

El recorrido de un parado por estas webs es hasta doloroso: Te dicen «Aquí siempre es tu turno»… pero nunca lo es. Y, además, tú no quieres que sea tu turno, tu quieres salir del paro. Cuantos menos turnos me den, mejor, gracias.

Total, que tú te acabas pagando un curso en una escuela privada de negocios o en un instituto de marketing que te despluma la cuenta a cambio de abrirte una puerta hacia algún futuro que no sabe nadie ni cómo será. Y, mientras, en el Sepes, el SOIB, el Servef o en el Servizo Público de Emprego de Galicia tienen cosas maravillosas como el Programa excepcional para la contratación estable: Tan excepcional, que una, como tiene 31 años, ni lo huele y tan estable como un castillo de naipes:

El objetivo de la medida es impulsar la contratación por medio de los contratos a tiempo parcial de jóvenes desempleados y personas desempleadas de larga duración mediante reducciones en la cuota empresarial a la Seguridad Social. La jornada a tiempo parcial debe estar comprendida entre el 50 y el 75% de la jornada comparable a tiempo completo. Vaya, la legalización de la explotación de los becarios.

I Love Spain… pero casi mejor irse al extranjero.

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